soberania_tecnologica_v1/content/prefacio.md

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2017-05-21 01:11:30 +02:00
# Prefacio: La Soberanía Tecnológica, una necesidad, un desafío
## Patrice Riemens
Quién aún no ha entendido, después de Snowden y sus revelaciones, que
nuestro querido ciberespacio ya no está en manos de sus usuarias, y esto
desafortunadamente desde hace mucho tiempo, sino que constituye una zona
muy vigilada y de mucho riesgo. La usuaria, aparentemente libre en sus
movimientos y dotada de incontables facilidades -a menudo provistas
«gratuitamente»- se ha convertido de hecho en un sujeto cautivo que es,
al mismo tiempo, rehén, conejillo de indias y sospechoso.
El dominio de Internet por los poderes estatales o comerciales, o, muy a
menudo, una asociación de los dos, parece total, y lo es efectivamente
donde los vectores y las plataformas son 'propietarios', es decir cuando
están en posesión de actores particulares quienes pondrán por delante
sus intereses propios, con frecuencia a costa de los intereses de sus
usuarias. Mientras que el impacto que tiene Internet en nuestras vidas
se hace cada vez más fuerte [^1], una toma de conciencia acerca de
cómo, y sobre todo para quién, funciona Internet, se vuelve cada vez más
urgente.
Afortunadamente, esta toma de conciencia existe y empezó mucho antes que
el despliegue de Internet. Pero su incidencia permanece limitada, porque
aún concierne a un número relativamente restringido de personas y
grupos; y también porque se topa con fuertes ofensivas por parte de unos
poderes establecidos muy potentes. Su abanderado es el software libre, y
sus numerosos derivados. No solo como técnica, sino sobre todo como el
ideal que representa: toma de conciencia, toma con las propias manos
-autonomía y soberanía. Porque cuidado, todo no es tecnología y la
tecnología no lo es todo.
Es necesario percibir la soberanía tecnológica en un contexto mucho más
extendido que la tecnología informática, o incluso que la tecnología a
secas. Hacer caso omiso del conjunto de crisis medioambientales,
políticas, económicas y sociales imbricadas las unas en las otras [^2],
o buscar resolverlas de forma aislada o en su conjunto con la sola
tecnología son opciones igualmente aberrantes. Queda ya más que claro
que la soberanía tecnológica en sí misma no cambiará nuestro inexorable
rumbo... hacia la pared.
Es imposible continuar en la vía del crecimiento a todos los niveles,
tal y como ha sido seguida hasta ahora. Una parada *in situ* es
necesaria, incluso quizás un decrecimiento voluntario. A falta de esto
se impondrá él mismo, y en unas condiciones seguramente más
desagradables. También, desde esta perspectiva, tendremos que valorar
las diferentes soluciones propuestas para (re)conquistar esta autonomía
individual y colectiva que hemos perdido ampliamente, o peor aún,
delegada en beneficio de unos actores económicos y políticos que quieren
hacernos creer que sólo piensan en nuestros intereses y que sus
intenciones son benevolentes, honestas y legítimas.
Desafortunadamente las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC),
y sus desarrolladores - porque aún son en su mayoría hombres- tienen la
nefasta tendencia de trabajar aislados, sin tener en cuenta su
dependencia con la multitud de relaciones humanas y recursos naturales
que hacen el mundo y la sociedad.
«Debemos reinventar la red» declaró Tim Pritlove, animador del **30º
Congreso del Chaos Computer Club**, en su discurso de apertura [^3] que
tuvo lugar a finales de diciembre de 2013. Para añadir ante una multitud
de activistas y *hackers* entusiastas: «**Y soís vosotros quienes podéis
hacerlo**». Tiene razón en los dos frentes, pero detenerse aquí también
puede significar la creencia en una 'supremacía de los *nerds*' [^4]
quienes lo apostarían todo en soluciones puramente tecnológicas.
Ya no hay ninguna duda de que se ha vuelto esencial recomponer la red
desde la base para que sirva a los intereses de lo común y no solo a los
de grupos exclusivos y opresores. Entonces, sí a la reinvención, pero no
de cualquier manera. Porque es necesario ir más allá de las soluciones
del tipo 'technological fix' (parches) que se limitan a atacar los
efectos y no las causas. Un enfoque dialéctico - y dialógico - es
necesario para desarrollar en una base comunitaria y participativa las
tecnologías que permiten a sus usuarias liberarse de su dependencia con
los proveedores comerciales, y del seguimiento policial generalizado por
parte de los poderes estatales obnubilados por su deseo de vigilar y
castigar. Pero entonces ¿en qué consiste esta soberanía tecnológica
deseada y qué esperamos construir ?
Una opción posible sería empezar nuestro planteamiento partiendo de la
soberanía que actúa en nuestra propia esfera de vida con respeto a los
poderes que intentan dominarnos. Un principio de soberanía podría ser
interpretada por ejemplo, como *el derecho a que nos dejen tranquilos*
[^5] . Sin embargo, sabemos que este derecho siempre se ve pisoteado en
el campo de las 'nuevas' tecnologías de la información y de la
comunicación.
Este dossier intenta establecer una evaluación de la situación relativa
a las iniciativas, a los métodos y a los medios no-propietarios y
preferiblemente autogestionados que pueden salvaguardar lo mejor
posible, nuestra 'esfera de vida'. Servidores autónomos, redes
descentralizadas, encriptación, enlace de pares, monedas alternativas
virtuales, el compartir saberes, lugares de encuentro y trabajo
cooperativo, se constituyen como un gran abanico de iniciativas ya en
marcha hacia la soberanía tecnológica. Se observa que la eficacia de
estas alternativas depende en gran medida de sus prácticas y éstas
deberían ser atravesadas por las siguientes dimensiones :
##### Temporalidad
Tomarse el tiempo es esencial. Tenemos que liberarnos del siempre más,
siempre más rápido: el canto de las sirenas de la tecnología comercial.
Es de esperar que las tecnologías 'soberanas' sean más lentas y ofrezcan
menos prestaciones, pero esto no tiene por qué significar una pérdida de
nuestro placer.
##### Nosotras
Las tecnologías 'soberanas' serán abiertas, participativas,
igualitarias, comunitarias y cooperativas, o no serán. Desarrollan
mecanismos de gobierno horizontal a menudo involucrando a grupos muy
variados. La separación, las jerarquías (a menudo presentadas como
'meritocracia') y el individualismo egoísta las matan. La distinción
entre 'expertas' y 'usuarias' tiene que desdibujarse en la medida de lo
posible.
##### Responsabilidad
La realización de la soberanía exige mucho por parte de los que se
afilian a ella. Desarrollando y desplegando sus herramientas, cada
miembro del colectivo tiene que tomar sus responsabilidades. Es
necesario aplicar la famosa norma '¿Quién hace qué? ¿Dónde? ¿Cuándo?
¿Cómo? ¿Cuánto? y ¿Por qué?' [^6], como la obligación de contestar
adecuadamente en todo momento a cada una de estas preguntas.
##### Una economía basada en el intercambio
El principio de si «es gratuito, entonces tú eres el producto»
caracteriza los servicios 'regalados' por los pesos pesados de Internet.
Las iniciativas ciudadanas se ven, habitualmente, empujadas hacia 'la
economía de la donación', bajo la forma de voluntariados más o menos
forzados. Habrá que encontrar entonces nuevos modelos que remuneren, de
forma honesta, a las 'trabajadoras de lo inmaterial' haciendo pagar su
precio justo a las usuarias
##### Ecología y medio ambiente
Una tecnología de soberanía es, evidentemente, respetuosa con el medio
ambiente y ahorradora de recursos poco o no renovables. Pocas personas
se dan cuenta de hasta qué punto la informática devora energía y
materias primas diversas, y de las condiciones, a menudo deplorables, en
las que son extraídas o en las cuales se desarrolla su fabricación.
Así entenderemos que existen numerosos límites con los que tienen que
lidiar las tecnologías de soberanía y que no existe un camino regio para
llegar a ellas. E incluso si llegamos a esto, puede que no sea la
utopía. Esto sin embargo no es una invitación a bajar los brazos, al
contrario. La modestia y la lucidez junto con la reflexión mueven
montañas. Sois vosotras, queridas lectoras, quienes debéis empezar a
mover las vuestras para definir vuestra propia contribución, e
involucraros sin ingenuidad, ni tampoco miedo. Y quién sabe si después
quizás con un entusiasmo indefectible y contagioso.
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**Patrice Riemens,** geógrafo, activista cultural, propagador del
software libre, miembro del colectivo hacker neerlandés 'Hippies from
Hell'.
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[^1]: Como lo escribía recientemente el ensayista alemán Sascha Lobo “Sólo hay dos tipos de personas en Alemania: los que vieron que su vida cambió con Internet, y los que no se dieron cuenta de que su vida cambió con Internet.” http://bit.ly/1h1bDy1
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[^2]: Lo que el filósofo francés Paul Virilio llama “el accidente integral”.
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[^3]: https://tinyurl.com/n8fcsbb
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[^4]: http://es.wikipedia.org/wiki/Nerd
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[^5]: En los Estados Unidos, este concepto del 'right to be left alone',
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es concebido como el fundamento del derecho a la privacidad individual
('privacy') ver Warren & Brandeis, 1890.
Fuente:
http://en.wikipedia.org/wiki/The\_Right\_to\_Privacy\_%28article%29.
Pero cuidado, esta soberanía en su propia 'esfera de vida', también
teorizada casi al mismo tiempo en los Países Bajos por el político
calvinista Abraham Kuyper, tuvo un feo pequeño avatar: el Apartheid
sudafricano...
[^6]: http://fr.wikipedia.org/wiki/QQOQCCP