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\*Una semilla brota cuando se siembra en tierra fértil\*
Esta es la historia de la telefonía celular autónoma y comunitaria de
los pueblos originarios de Oaxaca, una tecno-semilla que habita un
ecosistema comunal. Un puente ético-político entre la comunidad *hacker*
del movimiento de software libre y las comunidades de pueblos
originarios de Oaxaca, en el sureste mexicano. Un diálogo entre el
concepto de soberanía tecnológica y los conceptos de autonomía y
autodeterminación, donde el procomún y la decolonización se encuentran.
Una versión de la historia del proyecto de telefonía celular autónoma y
comunitaria que impulsó el colectivo Rhizomática, y que hoy gestiona la
organización Telecomunicaciones Indígenas Comunitarias A.C.
\*Todo comenzó como un sueño que al nombrarse y compartirse se volvió
realidad\*
Recuerdo que hace tan sólo cinco años atrás, cuando hablábamos de la
idea de crear una red de telefonía celular autónoma y comunitaria,
nuestro círculo de amigos y amigas, habitantes de la ciudad, nos miraban
con incredulidad. Sin embargo, cuando esa idea se conversó entre las
montañas de la Sierra Juárez, en Oaxaca, en el seno de una radio
comunitaria, todo comenzó a tener sentido.
Toda historia es un viaje en el tiempo y el espacio; y el punto de
partida de esta historia es un gran cartel de bienvenida que dice así:
«En esta comunidad no existe la propiedad privada.
PROHIBIDA la compra-venta de terrenos comunales.
Atentamente El Comisariado de Bienes Comunales de Ixtlan de Juárez».
\*Antecedentes históricos acerca de Oaxaca\[1\], los pueblos originarios
y «la comunalidad»\*
Oaxaca es el quinto estado más grande de México, con una población de 3
millones 800 mil habitantes, de los cuales más de la mitad vive en
localidades rurales de menos de 2 500 personas. De los 2 445 municipios
que tiene México, 570 se encuentran en territorio oaxaqueño, y 418 se
rigen por el sistema de usos y costumbres\[2\]. Es decir, en Oaxaca el
58 % de la superficie total del territorio, es propiedad social de
carácter comunal. En estas localidades, las autoridades están bajo el
mando de la asamblea comunitaria, lo cual representa un ejercicio de
democracia directa y participativa, y una forma de autogobierno
reconocida por la constitución política mexicana. En esta región
conviven 16 pueblos originarios, siendo también el estado con mayor
diversidad étnica y lingüística del país.
Además, Oaxaca es el estado con mayor biodiversidad, debido a que es una
región geológica muy compleja, donde se cruzan tres cadenas montañosas
extensas y profundas, la Sierra Madre Occidental, la Sierra Sur y la
Sierra Norte, más conocida como Sierra Juárez. Debido a su accidentada
geografía, los conquistadores europeos no pudieron someter completamente
a estos pueblos, quienes pudieron conservar sus formas de autogobierno,
que con el tiempo se han ido adaptando y reconfigurando al contexto
actual.
- A mediados de los años setenta y principios de los ochenta, entre
los pueblos originarios de Oaxaca y el sureste de México surgió un
movimiento social en respuesta a las políticas desarrollistas
impulsadas por el gobierno y frente a la necesidad de defenderse del
despojo de tierras, saqueo de recursos y desplazamientos forzados.
Este movimiento demandó el respeto a sus formas de vida, sus idiomas
y su espiritualidad. De esta forma construyeron y defendieron la
autonomía y se construyó el concepto de «Comunalidad» como la forma
de explicar la vida de estas localidades y pueblos. En aquellos
años, constituyeron sus primeras empresas comunitarias de recursos
forestales, embotelladoras de agua de manantial, proyectos de
ecoturismo, comercialización y exportación de productos comestibles,
además de una multitud de radios comunitarias. A día de hoy, este
movimiento social continua luchando por la defensa del
territoriocontra las empresas extractivistas mineras que quieren
entrar en la región.
Estas luchas dieron vida a lo que la antropóloga Elena Nava llama las
«teorías analíticas-nativas construidas desde abajo» donde pensadores
indígenas como Jaime Martinez Luna (Zapoteco) y Floriberto Díaz Gómez
(Mixe) buscaron entender la vida en comunidad más allá de las
definiciones académicas occidentales. Estos pensadores se preguntaron:
¿Qué es una comunidad para nosotros los indios? Se trata de un espacio
territorial de propiedad comunal, una historia común de carácter oral,
un idioma común, una forma de organización propia y un sistema
comunitario de procuración de justicia. A esto le llamaron «Comunalidad»
como forma de ser, vivir y sentir, considerando a la tierra como madre,
practicando el consenso en asambleas como órgano máximo para la toma de
decisiones, generando un sistema de cargos basado en el servicio
gratuito, desarrollando trabajo colectivo como acto de solidaridad y
reciprocidad; y la fiesta, los ritos y las ceremonias como expresiones
de lo común.
\*Las radios comunitarias como empresas de comunicación comunal\*
En 2006, Oaxaca vivió un levantamiento social detonado por la represión
por parte del gobierno al movimiento de trabajadores de la educación.
Este movimiento dio vida a la Asamblea Popular de Pueblos de Oaxaca\[4\]
y entre sus principales características fue la creación de varias radios
comunitarias y la toma de los medios de comunicación estatales\[5\].
Algunas de éstas se convirtieron después en Empresas Comunales de
Comunicación\[6\] con el fin de reforzar la autonomía de las localidades
y contribuir al alcance de los objetivos y visiones de vida de los
pueblos originarios, es decir, su autodeterminación.
En 2012, más de 30 autoridades municipales y comunidades indígenas
hicieron una petición formal a la Secretaría de Comunicaciones y
Transportes (SCT) para reclamar el acceso a la frecuencias
correspondientes a la banda GSM\[3\]. Sin embargo, la petición fue
rechazada. El actual marco legal no obliga a las grandes compañías de
telecomunicación a proporcionar servicios de comunicación en localidades
rurales de menos de 5 000 personas, aunque el órgano regulador del
estado sí se ve obligado a garantizar el servicio universal en entornos
rurales.
\*La tecno-semilla\*
La creación de una red de telefonía celular autónoma se viene cocinando
desde hace varios años dentro de la comunidad *hacker* del movimiento de
software libre y han existido varios intentos previos para hacerla
realidad. Por ejemplo, en 2008 surgió la idea de utilizar los teléfonos
celulares en defensa de los derechos humanos y ambientales, y para
documentar los abusos que enfrentaban los pueblos originarios del sur de
Nigeria. El desafío planteado de qué hacer con la documentación
producida con los teléfonos celulares llevó a experimentar con un
software (Serval Mesh) que permitía comunicarse sin pasar por la red de
ninguna empresas de telefonía comercial. Esa tecnología no resultó
adecuada para ese contexto. No obstante, esas inquietudes llevaron Peter
Bloom, fundador de la organización Rhizomática, a querer probar con un
sistema de telefonía celular cuando vino a colaborar con la organización
Palabra Radio en Oaxaca\[7\].
A principios de 2011, Kino, un *hacker* con experiencia en tecnologías
para comunidades indígenas en resistencia inicia una investigación
acerca de las necesidades tecnológicas para poder crear estas redes. Al
mismo tiempo, la artista mexicana Minerva Cuevas\[8\], decide comprar un
equipo pequeño a 3 000 dólares americanos para crear una intervención
político-conceptual en Finlandia, con ayuda de Kino, y luego dona el
equipo para hacer las primeras pruebas. Luego, el abogado Erick Huerta,
especialista en telecomunicaciones y pueblos originarios, conoce a
Rhizomática en un encuentro de comunicadores indígenas y se pone a
investigar las implicaciones legales. En aquel momento, la organización
Palabra Radio da soporte técnico a radios comunitarias, y es así como la
idea llega a Keyla e Israel, participantes de la radio Dizha Kieru
(Nuestra Palabra) ubicada en el poblado de Talea de Castro, donde en
2013, nace finalmente la primera red de telefonía celular comunitaria.
Antes del lanzamiento de la red, Erick Huerta entabló un diálogo con el
órgano regulador del estado para revisar la asignación de espectro y
encontró un rango de frecuencias para GSM que no se estaban usando y que
nunca se había licitado o entregado a las grandes compañías. Esto
permitió trabajar en un marco legal para que las comunidades pudieran
operar sus propias redes de telecomunicaciones. En 2014, se obtuvo una
licencia experimental por 2 años y en 2016 la organización de todas las
comunidades que tienen redes de telefonía conformaron una asociación
llamada "Telecomunicaciones Indígenas Comunitarias" (TIC A.C.), quien
obtuvo una concesión social a 15 años para ser operadora en
telecomunicaciones en 5 estados de México\[9\]. La asociación
Telecomunicaciones Indígenas Comunitarias A.C. está estructurada como
una asamblea de comunidades. Ésta sentó precedentes importantes a nivel
nacional e internacional al desafiar el modelo comercial hegemónico de
hacer telecomunicaciones y al considerar los ciudadanos no como
clientes-consumidores sino como sujetos de derechos fundamentales, entre
los cuales se encuentra el derecho a la comunicación.
Por lo tanto, estas redes de telefonía autónomas no explotan
comercialmente los servicios que ofrecen y crean una cuota de
recuperación para dotar la red de sostenibilidad. En la actualidad, esta
cuota es de 40 pesos mexicanos (aproximadamente 2 dólares americanos)
para cubrir los mensajes de texto y llamadas ilimitadas dentro de la
localidad y las micro-regiones interconectadas. De esta cuota, 25 pesos
mexicanos se quedan dentro de la economía local para solventar los
gastos de inversión realizada por la comunidad y pagar al proveedor de
Internet y los otros 15 se destinan a TIC A.C. para el mantenimiento de
las redes y la realización de trámites legales.
\*¿Cómo funciona la telefonía celular comunitaria?\*
Una red de telefonía celular comunitaria es una red híbrida conformada
por una infraestructura (software y hardware) y un servicio por internet
que permiten que una comunidad pueda convertirse en prestadora de
servicios de comunicación. El hardware consiste en un transceptor de
señal GSM y un controlador o computadora operando con software libre
conectada a la red de un proveedor de internet local y a la que se
contrata un servicio de Voz por IP (VOIP). Gracias al trabajo de la
comunidad *hacker* de software libre, Ciaby y Tele, dos hackers
italianos, crearon los software (RCCN + RAI) que hacen que esta red
funcione y cuente con una interfaz de administración sencilla.
Una comunidad interesada en crear su propia red de telefonía necesita
también haber llevado a cabo un proceso colectivo de toma de decisiones
dentro de la asamblea comunitaria. Se elabora una acta que autoriza el
proyecto y se nombra un comité de operación y administración de la red
que recibe capacitación por parte de TIC A.C. que a su vez tiene la
responsabilidad de apoyar a las comunidades en la importación,
instalación, capacitación y acompañamiento en asuntos legales, así como
de gestión de sus propias redes. La comunidad debe proporcionar el lugar
donde se hará la instalación, e invertir alrededor de 7 500 dólares
americanos en la compra del equipo, su instalación y la capacitación.
Algunas comunidades utilizan fondos municipales, otras realizan una
recolección de fondos entre las personas del pueblo o piden un préstamo.
\*Beneficios y desafíos\*
Actualmente existen 15 redes\[10\] que cubren alrededor de 50 poblados y
cuentan entre 2 500 y
3 000 personas usuarias. Se observa un promedio de 1 300 llamadas al día
de las cuales el 60 % se dan dentro de la misma población o la región de
la Sierra Juárez. Los principales beneficios de estas redes tienen que
ver con facilitar la comunicación local entre residentes y a nivel
micro-regional. Por otro lado, abarata la comunicación a nivel nacional
e internacional gracias a un contrato con un proveedor de servicios de
Voz sobre IP (VoIP), lo que disminuye los costos en un 60 % en
comparación con lo que cobran las compañías. Debido a la regulación, no
se cuenta con un sistema de numeración para cada dispositivo conectado,
por lo tanto, se contrata un número público que recibe las llamadas de
fuera y a partir de un menú de voz, que en algunos casos está en la
lengua materna de la localidad, se teclea la extensión de la persona
usuaria de la red.
Desde el punto de vista de las personas y las familias, se observa mayor
comunicación interpersonal, se facilita la organización de la vida
comunitaria y el trabajo compartido, la convocatoria a asambleas y el
cumplimiento de las labores del sistema de cargos. También facilita
cuestiones de seguridad y vigilancia dentro del territorio. Es útil en
emergencias de salud, o bien como sistema de prevención frente a los
desastres naturales como plagas y tormentas. Finalmente, también
facilita las relaciones comerciales y colabora en los procesos de
producción al mejorar el acceso a más información y la comunicación con
otras personas.
En cuanto a desafíos encontramos nuevas y antiguas violencias de género
que se pueden reproducir a través de estas tecnologías y que han llevado
a la la creación de un nuevo mecanismo de atención de estas violencias.
Es ahí donde aparecen problemas ético-técnicos que van desde el
almacenamiento hasta la entrega de información. La toma de decisiones
respecto a estos problemas deben llevarse a debate dentro de la asamblea
comunitaria y venir acompañados de un proceso participativo y de
reflexión que tenga en cuenta perspectivas técnicas, políticas y éticas
para que estos nuevos medios de comunicación puedan seguir existiendo
sin perjudicar a las comunidades. Estas preocupaciones dieron pie a la
creación del «Diplomado Comunitario para Personas Promotoras de
Telecomunicaciones y Radiodifusión» y la creación de un Manual\[11\] y
un wiki\[12\] para documentar la producción de conocimientos.
\*Soberanía Tecnológica y Autonomía\*
Ahora que ya presentamos el proyecto de telefonía celular autónoma y
comunitaria, quisiera adentrarme en la discusión ético-política que
marca el ritmo del diálogo entre la comunidad *hacker* del movimiento de
software libre y las comunidades de pueblos originarios en Oaxaca.
Quiero reflexionar sobre la pertinencia del concepto de soberanía
tecnológica como enfoque político para el análisis de este tipo de
iniciativa. No cabe duda que el proyecto de telefonía comunitaria es
resultado de la construcción de un puente entre estas dos comunidades,
construido sobre unas bases compartidas: el procomún y la
descolonización. Sin embargo, el encuentro y el diálogo entre ambos no
es fácil ya que para la comunidad *hacker* el punto de partida es la
defensa y descolonización del conocimiento como un procomún, mientras
para las comunidades de pueblos originarios en Oaxaca, ese procomún es
el territorio de propiedad comunal, que también requiere ser
descolonizado.
Descolonizar el territorio comunal implica entenderlo como un conjunto
indisociable, que incluye al espectro radioeléctrico, ese bien común de
dominio público, construido socialmente que permite a las comunidades
fortalecer su autonomía. Para descolonizar el espectro radioeléctrico se
requiere de tecnologías y de conocimiento. Es en ese punto donde se
edifica el puente que encuentra a estas dos comunidades. Una vez que se
encuentran comienza el diálogo y caemos en cuenta que el lenguaje
también necesita ser descolonizado.
Mientras construimos este diálogo hemos observado que la visión *hacker*
busca el procomún desde el individuo mientras que la visión de las
comunidades lo hacen desde lo comunal. Este es el punto de quiebre que
hace que para algunos *hackers* que han llegado a este territorio
oaxaqueño resulte complejo entender la falta de libertades individuales
que existen en la vida comunal, debido a que las personas no son seres
divorciados en su relación con el todo. También hemos aprendido que no
todas las palabras resuenan igual. Hemos encontrado que un mismo signo
tiene diferentes significados y es en este mismo sentido que quiero
exponer lo que ocurre con el concepto de soberanía tecnológica que nos
invitó a participar de este libro.
Para que esta tecno-semilla brotara hubo que situarse en un terreno
fértil con historia y memoria, un ecosistema comunal del sureste
mexicano, un territorio que lleva siglos luchando por su autonomía y
autodeterminación. Para los pueblos originarios de Oaxaca, el concepto
de soberanía esta relacionado con la construcción del Estado-Nación que,
a través de su constitución política (1917), buscó absorber a las
figuras de autoridad comunales originarias, dentro de la estructura
estatal, y en ese sentido repetía la experiencia colonial.
Hasta 1992 el estado mexicano no reconoció el derecho de los pueblos
originarios a regirse por «usos y costumbres». En 1994, cuando el
movimiento neo-zapatista salió a la luz pública subvirtiendo la idea
marxista de revolución nacional con una revolución por la autonomía, se
reconoció a nivel mundial las reivindicaciones de autogobierno de los
pueblos originarios del
sureste mexicano con la creación y usos creativos y tácticos de las
tecnologías de comunicación para estos fines. Para entender mejor esta
última idea, volvamos al principio de esta historia, a nuestro cartel de
bienvenida:
«En esta comunidad no existe la propiedad privada.
PROHIBIDA la compra-venta de terrenos comunales.
Atentamente El Comisariado de Bienes Comunales de Ixtlan de Juárez.»
No se trata de una declaración de soberanía sino de autonomía. Aquí la
construcción del poder no es desde la soberanía del pueblo, sino que es
un poder que emana del territorio, ese bien común, donde no cabe la
propiedad privada y donde las tecnologías tienen el papel de fortalecer
esa autonomía, ese es el único mandato que debe respetar y defender la
asamblea comunitaria.
Hasta aquí queda claro que nos estamos refiriendo al concepto clásico de
soberanía y el significado que tiene en este rincón del mundo. Lejos
estamos del concepto de soberanía tecnológica que postula el desarrollo
de iniciativas propias, definidas por la vida en comunidad, como proceso
de empoderamiento para la transformación social. En gran medida esta
distancia se alimenta de la idea equívoca de querer fortalecer a las
comunidades con tecnologías comerciales actuales para lograr una
transformación social. Necesitamos seguir tejiendo saberes entre
*hackers* y pueblos para descolonizar el concepto de soberanía
tecnológica y ejercerlo desde la autonomía.
Es por esta razón que, cuando la comunidad *hacker* del movimiento de
software libre propone entender estas iniciativas desde el enfoque de la
soberanía tecnológica, no encontramos el eco esperado porque el
significado es diferente. Aparentemente se trata de un conflicto aunque
en realidad es un punto de encuentro: necesitamos descolonizar el
lenguaje. Y como bien dice Alex Hache: «Entonces, si la idea se puede
contar, también significa que puede ir calando en el imaginario social,
produciendo un efecto radical y transformador».
Estamos en un buen momento de entablar un diálogo entre soberanía
tecnológica y autonomía, entendida tal como se vive en este rincón del
mundo, entre los pueblos originarios del sureste mexicano.
Referencias
\[1\] https://es.wikipedia.org/wiki/Oaxaca
\[2\] https://es.wikipedia.org/wiki/Sistema\_de\_usos\_y\_costumbres
\[3\]
https://es.wikipedia.org/wiki/Sistema\_global\_para\_las\_comunicaciones\_m%C3%B3vile
\[4\]
https://es.wikipedia.org/wiki/Asamblea\_Popular\_de\_los\_Pueblos\_de\_Oaxaca
\[5\] Un poquito de tanta verdad:
http://www.corrugate.org/un-poquito-de-tanta-verdad.html
\[6\] Loreto Bravo. Empresas Comunales de Comunicación: Un camino hacia
la sostenibilidad. Media Development 4/2015 WACC.
http://www.waccglobal.org/articles/empresas-comunales-de-comunicacion-un-camino-hacia-la-sostenibilidad
\[7\] https://palabraradio.org/nosotras
\[8\] Minerva Cuevas: https://es.wikipedia.org/wiki/Minerva\_Cuevas
\[9\] Puebla, Guerrero, Tlaxcala, Veracruz y Oaxaca
\[10\] Lista de poblados que tienen redes de telefonía
- Villa Talea de Castro (Sierra Juárez)
- Santa María Yaviche (Sierra Juárez)
- San Juan Yaee (Sierra Juárez)
- San Idelfonso Villa Alta (Sierra Juárez)
- San Juan Tabaa (Sierra Juárez)
- Sector Cajonos: Santo Domingo Xagacia, San Pablo Yaganiza, San Pedro
Cajonos, San Francisco Cajonos, San Miguel Cajonos, San Mateo Cajonos
(Sierra Juárez)
- San Bernardo Mixtepec (Valles Centrales)
- Santa María Tlahuitoltepec (Mixe-Alto)
- Santa María Alotepec (Mixe-Alto)
- San Jerónimo Progreso (Mixteca)
- Santiago Ayuquililla (Mixteca)
- San Miguel Huautla (Mixteca)
- Santa Inés de Zaragosa (Mixteca)
- Santos Reyes Tepejillo (Mixteca)
\[11\]
https://media.wix.com/ugd/68af39\_c12ad319bb404b63bd9ab471824231b8.pdf
\[12\] http://wiki.rhizomatica.org/
\[13\]
https://es.wikipedia.org/wiki/Soberan%C3%ADa\_Tecnol%C3%B3gica\#cite\_note-1